El pasado mes de agosto terminó una gran aventura que Antonio de la Rosa, gran aventurero, había iniciado tan solo 76 días antes: cruzar el Pacífico en una tabla de Paddle Surf, desde Sanfrancisco (California) hasta la isla de Oahu (Hawaii). 4750 km en una embarcación propulsada únicamente a remo, sin apoyo externo, lo que le convierte en una de las grandes aventuras de este siglo.
Antonio de Rosa, vallisoletano de nacimiento, es un experto piragüista y paddlesurfista con un amplísimo palmarés a sus espaldas en distintas competiciones nacionales e internacionales. Y de vez en cuando realiza desafíos personales como por ejemplo:
- LAPLAND EXTREME CHALLENGE (Laponia, Finlandia): primera persona en terminar los 1.000 kilómetros en solitario en el Círculo Polar Ártico en 27 días.
- VUELTA A LA PENÍNSULA IBÉRICA: Circunnavegar los 3.500 kilómetros de costas de la Península Ibérica en paddle surf en 141 días.
- CÍRCULO POLAR ÁRTICO EN PADDLE SURF: Primera navegación en solitario en una tabla de paddle-surf hinchable por el Círculo Polar Ártico (739 kilómetrosen 26 días).
- MADRID-LISBOA EN PADDLE SURF: Primera persona en unir La Sierra Norte de Madrid con Lisboa en paddle surf por río, más de 900 kilómetros en 19 días.
De Sanfrancisco a Hawaii.
El reto actual, digno de grandes aventureros como Colón, Magallanes o Elcano, consistía en recorrer unos 4500 km entre Sanfrancisco y Hawaii (fueron 4750 finalmente) sin apoyo de ningún tipo, en una embarcación diseñada a propósito para la aventura, y únicamente propulsada por las paladas de Antonio.
La «tabla» era un prototipo de carbono y composite de unos 7.5 metros de largo, con un compartimento estanco para poder comer y dormir, y contaba también con 2 desalinizadoras de agua, un teléfono satélite+router, y un localizador GPS. De esta manera Antonio estaba localizado en todo momento por si ocurriese cualquier cosa, y también para todo aquél que quisiera seguir su aventura desde su página web.

“Salvemos al océano. No más plásticos, no más redes: reciclemos”
Antonio de la Rosa
Un océano de plástico.
La aventura de Antonio se completaba con un bonito mensaje: “Salvemos al océano. No más plásticos, no más redes: reciclemos”. Y es que no ha habido ningún día de los 76 que duró la aventura en que no se encontrase plásticos en su camino.
Consciente del problema, y consecuente con sus ideas, al llegar a Hawaii llevó a un centro de reciclaje toda la basura que había generado en el viaje, por tanto su aventura se convirtió en un viaje sin impacto ambiental: autopropulsada por su esfuerzo y sin residuos en el océano.
Desde Navigant Project nos alegra poder hablar de gente como Antonio de la Rosa, un gran aventurero y concienciado con el planeta. Nuestra enhorabuena por el reto que ha conseguido. Y si queréis saber más sobre Antonio y sus aventuras, os dejamos los siguientes enlaces:
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